jueves, 12 de mayo de 2011

Як небо блакитне... Eternidades depresivas del alma.

"Як небо блакитне — нема йому краю,
Так душі почину і краю немає.  "

 
"No existe final – como el cielo azul,
Tal y como no hay comienzo ni fin en el alma.  "


Taras Shevchenko, 1841.






Muchos son los desgarrados cánticos de la desolación y el abatimiento, y muchas son sus víctimas. Gritos de pánico, aullidos de espanto, sollozos interminables, o el silencioso quejar con tal grado de pavor que no hay lugar sino para el silencio, que abraza la estancia como la niebla nocturna a la luz de los faroles.



Muchas son las ceremonias que invocan a la oscuridad, filtrándose en la vida y empapando como si de petróleo se tratase, una historia hasta borrar todo rastro de sus páginas en el olvido de la incomprensión.



Mucha es la desesperación que brota de las gargantas de quienes ansian que llegue aquello que consiga salvarles... mas saben que nunca ha de llegar.



Muchas son las indiferentes lágrimas del silencio que derrama el oscuro y frío firmamento salpicado de nubes sobre aquellos rostros congelados en terror, propios de estatuas.



Muchos son los intentos de la mente por hacerse a una terrible idea que es incapaz de aceptar, que no puede ni tan siquiera concebir sin perder la cordura en el intento.



Muchos son los temblores que sacuden los trémulos huesos que un día azotaron las trsites vidas de tantas personas; huesos que ahora descansan bajo tierra, sin haber encontrado la paz que anhelaban.


Mas de los muchos caminos que toma el alma enferma, siempre hay uno que sobresale de entre todos...








¡Oh, marchita esperanza!, acuna mi derruído cuerpo entre tus intangibles brazos; mece mi espíritu sobre el borde del abismo... No me dejes caer, no aún.


Y es que tanto la génesis de la belleza como la némesis de la misma están anegados en arte, lienzos salpicados de preciosos negros trazos...









Qué bella eres, muerte, y qué fría es tu belleza.




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